Autor: SooLen
Género: Hetero
Grupo: EXO
Grupo: EXO
Personajes principales: Tú
Nota: Este
Oneshot lo escribí pensando en Baekhyun, por ello puse una foto de él, pero en
realidad la historia se presta para cualquier chico de Exo. Se lo dejo a
ustedes.*Ha sido publicado en la página de facebook Fics de Exo.*
Cold first love.
Entre por la puerta del colegio. Era una tarde fría y un
poco lluviosa, muy linda para un inicio de semestre, pero triste para aquel pesado
sentimiento que traía encima de mí.
Llevaba mis auriculares puestos, escuchándolo a él, a ese chico del que estaba
perdidamente enamorada y que nunca lo volvería a ver.
Caminaba lentamente por aquel patio tan grande del colegio,
sin emotividad alguna. Sólo quería volver a verlo, volver a abrazarlo y mirar
sus ojos tan sonrientes.
Aquel frío estaba entumiéndome las manos, y la llovizna, se
confundía con la lágrima que comenzaba a rodar por mi mejilla.
Para mi suerte, sólo llevaba una delgada sudadera. No pensé que ese día sería
tan frío, o más bien, especialmente tan frío para mí. Creo que el sentirse tan
sola y sin saber qué hacer con uno mismo, provoca que el frío te cale hasta los
huesos.
Miré a las demás personas de mi alrededor, todas sonriendo,
disfrutando junto a sus amistades del primer día de clases. Mi cabeza sólo
podía preguntarse qué era lo malo que había hecho para estar tan sola, para que
él no pudiese estar conmigo.
Me odiaba. Sí, me odiaba a mí misma por haber viajado
durante las vacaciones de invierno a Corea y haberlo conocido a él. Pero
principalmente, odiaba el hecho de haberme enamorado tan rápido, odiaba el
hecho de tener que amarlo a él, a ese chico que se encontraba en ese momento a
miles de kilómetros lejos de mí. ¿Por qué tenía que enamorarme de alguien que
estaba tan lejos de mí? ¿Por qué nunca sentí aquel sentimiento con una persona
cercana a mí? Al parecer mi cabeza quería explotar en ese momento con tantas
preguntas que tenía.
Sin darme cuenta, dos lágrimas, tres o unas cuantas más, ya estaban invadiendo
mi pálido rostro. Seguro esas lágrimas y las ojeras que traía encima no me
ayudarían mucho. Las ojeras eran horribles, podía imaginarlas ya que llevaba tres
días sin dormir, aunque ni siquiera he puesto atención al mirarme en el espejo.
Tan tonta era. ¿Quién iba a sufrir tanto por una persona que
está al otro lado del mundo, siendo sólo un amorío de invierno para él, y que
probablemente, ya no te recordaba en ese momento? Me era imposible no enojarme
conmigo misma por comportarme de esa manera. Seguramente cualquier persona se
burlaría de mí.
Yo sabía que las cosas así serían, que ambos teníamos que separarnos porque
cada uno pertenece a un lugar distinto. Pero pensé que no iba a sentir nada y
que sólo me iba a divertir un pequeño rato, que ingenua fui.
Me preguntaba qué es lo que tuvo ese chico para ponerme de esa manera, y sin
saber siquiera si algún día obtendría esa respuesta, me seguía haciendo la misma
pregunta una y otra vez.
Sonreí inconscientemente por mis pensamientos y alce la
mirada hacía todas aquellas personas que estaban empujándose unos a otros para
mirar no sé qué. Me quede parada mirándolos por un corto tiempo, intentando
descubrir qué era lo que veían. Después de unos segundos, empezó a sonar una
canción muy conocida para mí. Saque mi reproductor para descubrir por qué
estaba sonando aquella canción cuando no estaba dentro de mi lista de
reproducción; mi corazón se asustó al darse cuenta que aquella canción no
provenía de este. Era obvio, estaba sonando una canción en él y no era esa.
Sentí como uno de mis
auriculares se fue alejando de mí, alce la vista un tanto asustada, creyendo
que mi imaginación estaba yendo demasiado lejos.
Él estaba parado justamente frente a mí, sonriendo y mirándome con aquellos ojos que hacían que mi
corazón se debilitara. Sin darme cuenta, mis ojos comenzaron a soltar una
lágrima tras otra, sin siquiera darme permiso de contarlas o detenerlas.
Tomó mi mejilla y sonrió, intentando secar algunas de las lágrimas que ya habían
rodado sobre esta. Después de quedarme inmóvil, sin entender cómo era que él
estaba frente a mí, lo abracé, escondiendo mi rostro en su pecho aún sin poder
dejar de llorar. Su olor, al parecer había logrado llamar a más de mis
lágrimas.
Sentí como mi cintura era rodeada por sus brazos, al mismo
tiempo que recargaba el mentón de su cabeza sobre la mía, imaginándome una
sonrisa en su rostro. ¿Tan obvia era? ¿Acaso era tan obvio todo lo que sentía
por él? Tal vez debía dejar de llorar y preguntar qué hacía ahí, pero era muy
cobarde para permitir que sus brazos dejaran de rodearme.
-Deja de llorar, estoy aquí contigo, no nos volveremos a
alejar. –Decía él con una temblorosa voz, apretando aún más fuerte mi cintura
junto a él.
Levante mi mirada, por alguna razón deseaba descubrir cuán
reales eran sus palabras, quería ser egoísta y mantenerlo a mi lado por mucho
tiempo.
-¿Por qué estás aquí? –Pregunté, pero él no respondió
aquella pregunta, y tampoco permitió que preguntará una vez más. Simplemente
sello nuestros labios con un dulce beso, el beso más cálido que pudiese
existir, dando respuesta a todas aquellas preguntas que merodeaban en mi
cabeza.
Al fin podía sentir que eso era real, que no era una más de
mis visiones. Y después de todo ese trance, volví a escuchar aquella canción, first snow. Esa canción con la que
inició nuestro ‘amorío de invierno’.
Sonreí y giré mi cabeza para mirar a todos los que habían sido parte de esta
grata sorpresa. Cada uno sonriendo y mirándonos en forma burlona, pero sin
dejar de cantar aquella hermosa canción. Tenía poco que había vuelto de Corea, y
también poco tiempo que los había conocido, pero sin duda extrañaba demasiado
las bromas de esos chicos.
Me sentía completamente feliz. No me importaba demostrarle cuánto lo quería, no
me importaba que la mitad del colegio nos estuviese mirando, simplemente me
importaba estar a su lado y hacer que él se diera cuenta que era el único que
podía existir en mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario